Terminan festejos de la Feria Tepeapulco 2008

TEPEAPULCO, Hgo.- (Enero 13, 2008) Con un concierto impregnado de notas y letras románticas en la voz de Humberto Cravioto, previo a la presentación estelar de la Sonora Dinamita, ante un cielo iluminado con el tradicional castillo de luces multicolores, unos cinco mil visitantes se dieron cita en la plaza central la noche de hoy para presenciar la clausura de los festejos de la Feria Tepeapulco 2008.

Desde muy temprana hora comenzaron las actividades festivas en honor al Padre Jesús, cuyo programa inició desde el pasado 5 de enero.

Al filo del mediodía se llevo al cabo el torneo charro, en el Lienzo “Guillermo Lozano”, en el que participaron las escuadras ecuestres La Quinta Montaño y Los Compadres, de Ciudad Sahagún, así como los equipos de Apan y Apizaco, Tlaxcala. El triunfador de la justa hípica fue la caballería de Quinta Montaño, alcanzando un marcador de 208 puntos.

Luego, en la explanada deportiva, a un costado del ex Convento de San Francisco de Asís, los cuatro hombres pájaro, de sangre totonaca, descendieron desde la cúspide del árbol universal, trazando círculos en el aire. A 30 metros de altura, el caporal danzó y tocó instrumentos prehispánicos. ¡Así actuaron los Voladores de Papantla!

Esta impresionante demostración de fe y coraje, que se repitió en tres ocasiones, es una antigua ceremonia veracruzana para pedir fertilidad y buena cosecha.

Los Voladores de Papantla, que representan los cuatro elementos y puntos cardinales, suben a un poste de 30 metros de altura y, atados a una cuerda en la cintura, se lanzan de cabeza al vacío con los brazos abiertos. Cada volador desciende dando exactamente 13 vueltas, que corresponden a los 13 meses del calendario maya, simbolizando en total los 52 años del ciclo cósmico prehispánico donde un nuevo sol nace y la vida vuelve a florecer.

Mientras, sin ninguna atadura, el caporal baila en la cima del poste. Gira hacia los cuatro puntos cardinales, comenzando por el oriente que es el origen de la vida. Él es el volador principal quien guía el descenso de los demás, al tiempo que toca la flauta que simboliza el canto de las aves y el tambor que representa la voz del dios Sol.

Más tarde, la Plaza de Toros San Marcos fue escenario de un duelo entre el rejoneador Rodrigo Santos, y los matadores José Luis Angelino y Guillermo González “Chilo”, quienes lidiaron toros de la ganadería de Salvador Rojas.

El ballet folklórico del maestro Álvaro Serrano atavió el programa entradas las primeras horas de la noche, luciendo, en función de gala, sus treinta y cinco años en defensa y difusión de la danza folclórica del estado de Hidalgo y del país. Presentó cuadros como Los Dioses, Hidalgo, Cuna de la Charrería, Pachuca, Huasteca hidalguense, La Revolución, Veracruz, Guerrero, Popurri de Marimba y Yucatán, para cerrar con Jalisco.

Mientras la noche transcurría, el alcalde Odilón Sánchez Silva marcó el final de la fiesta anual. Acompañado por integrantes de su Ayuntamiento e invitados especiales, una salva de cohetes dio por concluidos los festejos de la primera feria del calendario en Hidalgo.