CIUDAD SAHAGÚN, Hgo.- (Enero 1, 2008) La única gasolinera paramunicipal que existe en el país, ubicada en Ciudad Sahagún, a cargo del Ayuntamiento de Tepeapulco, es blanco de acusaciones nuevamente por abusos contra los consumidores.
Y es que hace unos días, el que esto escribe llegó a cargar combustible en la segunda isla del expendio.
El automovilista fue atendido por Maximiliano Luna, a quien le solicitó le despachara 50 pesos del carburante. Sin embargo, el consumidor se percató que la pantalla de la bomba despachadora sólo marcaba 35 pesos. Tras hacer la observación, el empleado aseguró que la cantidad solicitada había sido surtida adecuadamente.
El problema estribaba en que cuando la manguera posterior está en uso, se altera la posición de los otros tres despachadores y la cantidad aparece en la pantalla contigua, justificó Luna.
El problema es que ésta no era la primera vez en que sucedía una anomalía, ya que una semana antes, ocurrió algo similar, pero este reportero pensó que una vez servido el combustible, la bomba ya había sido utilizada en un carro contiguo.
La queja fue presentada al administrador del expendio, Héctor Uribe Muñoz.
También el alcalde Odilón Sánchez Silva y el jefe de la Policía Municipal, Alejandro Martínez Lazcano, fueron puestos al tanto.
No obstante, hasta el momento, se desconoce el curso que tomó la acusación, por lo que el autor de esta nota decidió hacer pública la denuncia.
Sin embargo, en diciembre del año pasado, una situación similar se dio en este mismo expendio.
Debido a la falta de probidad en el despacho exacto de combustible de dos bombas expendedoras, La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) clausuró la gasolinera.
La acusación fue hecha por trabajadores del volante locales y foráneos, pese a que las autoridades rechazaron las versiones.
Los confidentes revelaron en ese entonces que, mientras hacían fila para cargar combustible, personal de la PROFECO interrumpió el despacho en una de las islas de gasolina tipo Magna y en el expendio de diesel.
Los representantes federales realizaron una serie de verificaciones y determinaron inhabilitar las mangueras, colocaron sellos y entregaron varios documentos al administrador de la estación de carburantes, Héctor Uribe Muñoz.
“Regularmente el expendio es clausurado por la PROFECO y ya no es extraño ver sellos pegados en las instalaciones de la gasolinera”, aseguró esa vez Alejandro Quezada Nieva, dirigente de la Unión de Taxistas de Tepeapulco.
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