TEPEAPULCO, Hgo.- (Enero 14, 2008) La oficina de enlace de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ubicada en la Presidencia Municipal de este lugar, alertó el alto índice de migración registrado en lo que va de estos 15 días del presente año.
Tan sólo hoy, la dependencia federal emitió 70 pasaportes en la oficina de Tepeapulco, comparados con 62 trámites realizados en todo el estado de Tlaxcala en un solo día.
Leonardo Olvera García, titular del despacho, calificó de alarmante la potencial incidencia migratoria registrada en esta primera quincena de 2008.
Abundó que esos resultados sólo revelan la falta de oportunidades y la desesperada situación económica por la que atraviesan decenas de personas, especialmente de aquellas que provienen de las zonas rurales.
Aunque no dejó de lado señalar que una buena parte de las expediciones de cédulas de identidad migratoria corresponden a personas que ya cuentan con un empleo fijo en los mercados laborales de Estados Unidos y Canada.
No obstante, según un diagnóstico proporcionado a Agencia SPP, en el periodo 2006-2007, la emisión de pasaportes en Tepeapulco aumentó 42 por ciento.
Sin embargo, en promedio, con los trámites registrados en lo que va de este 2008, el porcentaje de crecimiento se disparó hasta rebasar el 100 por ciento en algunos casos, tomando en cuenta las gestiones realizadas en la primera quincena de 2006 y 2007.
Mujeres, las que más salen del país
Uno de los fenómenos identificados en este ejercicio tiene que ver con el incremento en el número de trámites de mujeres.
Las barreras físicas y legales antimigratorias entre México y Estados Unidos han propiciado que en las últimas décadas se incremente el número de mujeres mexicanas que intenta llegar a ese país, ya sea en busca de trabajo y mejores condiciones de vida o por la reunificación familiar, ya que el muro, el desierto, los ríos y la Patrulla Fronteriza inhiben el cruce frecuente de los hombres, quienes anteriormente volvían de una a dos veces por año a México.
Las barreras físicas y legales antimigratorias entre México y Estados Unidos han propiciado que en las últimas décadas se incremente el número de mujeres mexicanas que intenta llegar a ese país, ya sea en busca de trabajo y mejores condiciones de vida o por la reunificación familiar, ya que el muro, el desierto, los ríos y la Patrulla Fronteriza inhiben el cruce frecuente de los hombres, quienes anteriormente volvían de una a dos veces por año a México.
En el caso de México, se ha comprobado que cuando una mujer emigra hacia Estados Unidos en busca de mayores oportunidades, ésta ofrece mayores ventajas a la familia que dejan en su comunidad en comparación con un hombre que logra cruzar la frontera.
Las mujeres son consideradas con mayor responsabilidad en el trabajo, desarrollan capacidades de costura, de detalle y actividad manual que es mejor pagada, aunque también pueden emplearse como jornaleras agrícolas, al igual que los hombres.
Sin embargo, la mayor ventaja que tienen las mujeres migrantes es su responsabilidad, pues "no hay parrandas, acuden menos a centros nocturnos y a bares y cantinas, lo que les deja mayores recursos libres luego de pagar la renta y la manutención para enviar las remesas familiares".
Por su parte, Carlos Estrada Nava, subdirector de Educación y Cultura de la Fundación Solidaridad Mexicano-Americana, coincidió con el funcionario de Tepeapulco.
Estimó que “la migración femenina va en aumento y en México tiene efectos económicos positivos, sobre todo en las zonas rurales, una vez que al mejorar sus ingresos también mejoran sus condiciones de vida”.
Además se refirió a un informe del Banco Mundial, el cual señala que la migración internacional de las mujeres se ha incrementado de manera importante, ya que éstas constituyen casi la mitad del total de la población que ha dejado su lugar de origen en el mundo.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), hasta hace 10 años había 304 mil 931 mujeres mexicanas empleadas como trabajadoras temporales en Estados Unidos.
En un informe del Center for Immigration Studies, del 29 de noviembre de 2007, se indica que más de la mitad de las personas que entraron a Estados Unidos en los últimos siete años son mujeres indocumentadas.
En el documento se advierte que una investigación revela que uno de cada ocho habitantes de Estados Unidos nació en otro país, y uno de cada tres inmigrantes no tiene documentos.
Para ello, Leonardo Olvera García urgió impulsar el empleo y los salarios mejor remunerados, a fin de evitar forzar la ruptura familiar y la vorágine social que desencadena la migración.
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