CIUDAD SAHAGÚN, Hgo.- (Enero 19, 2008) Un automovilista conducía su unidad bajo los efectos del cansancio; casi al llegar a su destino, lo venció el sueño y, en un parpadeo, terminó sobre un monumento, el único afectado en este percance.
Los hechos ocurrieron en el tramo del kilómetro 4+50, de la carretera Emiliano Zapata-Ciudad Sahagún, justo en la rotonda donde se encuentra la esfinge de Fray Bernardino de Sahagún, a poca distancia antes de llegar a esta localidad.
Según las versiones narradas por un agente de la Policía Federal Preventiva, de apellido Vázquez, al mando de la patrulla 10117, reportó que arriba de la explanada donde se localiza la estatua, se encontraba un automóvil marca Pontiac, tipo Sunfire, color azul, con placas de circulación HLD-3241 del estado de Hidalgo, impactado en el muro que carga el monolito.
Al intentar auxiliar al conductor que sufrió el percance, el oficial notó que no se hallaba nadie en el interior del vehículo.
Se dio parte al agente del Ministerio Público (MP) y éste ordenó retirar la unidad.
Un par de horas más tarde, en las oficinas de la Policía Municipal, se presento Jorge Montiel Ramírez, solicitando informes sobre del paradero de la unidad afectada, argumentando ser el propietario del automotor, exigiendo que se lo entregaran.
Los uniformados le hicieron saber que su vehículo ya había sido remitido al corralón. Luego aseguraron al responsable del siniestro y lo pusieron a disposición del MP. Se inicio una denuncia por el delito de daños en propiedad federal.
Abordado por Agencia SPP, Montiel Ramírez relató que al ir conduciendo, “venía cabeceando de sueño, pero decidí continuar, ya que faltaban relativamente unos cuantos metros para entrar a la ciudad, pero de repente me venció el sueño y me estrellé”.
Agregó que se dio cuenta de ello, porque “un fuerte estruendo me despertó. Pero ya estaba contra la barda del monumento. Mi primera reacción fue salir y pedir ayuda con mis familiares. Al regresar por mi vehículo ya no lo encontré”, comentó.
El carro quedó totalmente destruido. El conductor, por fortuna, no sufrió ni un rasguño.
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