sábado, 24 de noviembre de 2007

Lento, esclarecimiento de crímenes en Sahagún: PGJEH

APAN, Hgo.- (Noviembre 23, 2007) El procurador estatal, José Alberto Rodríguez Calderón, habló sobre la serie de crímenes violentos registrados en Ciudad Sahagún en los últimos meses, y que aún permanecen impunes.

Al respecto, destacan cuatro casos: en octubre de 2006, un grupo armado irrumpió en una casa de la colonia Benito Juárez y acribilló a tiros a un hombre proveniente del Estado de México; en enero de 2007, un niño dio muerte a su amigo mientras “jugaban” con una pistola; en mayo de este año, en el interior de un edificio abandonado aparecieron los cuerpos masacrados de dos adolescentes, y hace unos meses fue hallado muerto un prestamista en la colonia Hidalgo.

Sobre la demora para el esclarecimiento de estos crímenes, durante una visita en Apan, el fiscal estatal dijo que todos son asuntos con características diferentes y explicó la complejidad de cada uno de ellos, pero hizo énfasis en el asesinato de los dos adolescentes en “El Elefante Blanco”.

Guillermo Aguilar Graillet, alias El Tabasco, quien era una pieza clave para la investigación de este crimen, fue encontrado muerto. El procurador lamentó que haya perdido la vida, porque esto frenó el curso de la investigación.

“A este sujeto se le escuchó decir en cantinas y bares su participación en el homicidio, toda vez que el principal delincuente se encuentra identificado pero está prófugo de la justicia. Y la única persona que podía aportar pistas para detenerlo era El Tabasco”, precisó.

No obstante, el procurador opinó que las investigaciones sobre el homicidio dejan en claro que se trata “de un acto de locura, un acto irracional”, y no se detendrá la búsqueda hasta dar con el paradero de los responsables.

Samanta Vélez y Javier Pacheco, de 14 y 16 años respectivamente, murieron a manos de cierto criminal cuya identidad se ignoraba hasta las declaraciones recientes del abogado de Hidalgo.

En su momento, el asesinato consternó a la sociedad y se pronunciaron condenas. Una marcha por las calles de Ciudad Sahagún, miles de firmas de apoyo a los familiares y decenas de recriminaciones contra las autoridades municipales y judiciales, fue el saldo secundario del crimen.

Al día siguiente de los hechos sangrientos, unos tres mil profesores, padres de familia y alumnos vestidos de blanco, en absoluto silencio, se manifestaron contra la demora de las autoridades para esclarecer el doble homicidio ocurrido en el edificio abandonado propiedad de Bombardier.

Mientras en la entrevista para el procurador resultó sorprendente la extraña desaparición de “El Tabasco”, quien fue encontrado muerto en un paraje de la comunidad de Tepeyahualco, en el municipio de Zempoala, el comandante de la Policía Ministerial, Gustavo Reyes, negó a los medios de comunicación en ese entonces haber capturado a dicho sospechoso, cuando el director y el jefe de los custodios del penal de Apan atestiguaron su detención a manos del Grupo Sahagún.

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