TEPEAPULCO, Hgo.- (Noviembre 6, 2007) Cuando un sector de la población se enfrenta a la desgracia, como hoy ocurre con Tabasco, la solidaridad es el mayor aliciente para mitigar las dificultades. Sin embargo, una docena de padres de familia abordaron a Agencia SPP para denunciar a algunas escuelas de Ciudad Sahagún que especulan con el infortunio de los mexicanos del sureste.
En las puertas del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios 59 (CBTis-59), paterfamilias rechazaron la manera como esta institución obliga a sus alumnos a pagar una cuota de 15 pesos para la “reconstrucción de Tabasco”, aparentemente avalado por el sistema educativo.
El colegio privado “Leonard Eulerd” exige a sus escolapios productos no perecederos y agua embotellada para los miles de damnificados en Tabasco y Chiapas, pero los directivos se niegan a explicar el medio cómo harán llegar esas provisiones a los albergues, revelaron los inconformes. El argumento que utilizan los mentores es que “es una obligación expresar nuestro altruismo a nuestros hermanos tabasqueños”, según infirieron los confidentes. “Y ya”.
A través de los medios informativos se ha dado cuenta que el estado de Tabasco y Chiapas atraviesa por momentos difíciles a causa de las inundaciones provocadas por fenómenos naturales.
Se encuentran aislados más de 300 mil habitantes en azoteas de casas y hay más de un millón de damnificados; la población total del estado es de dos millones doscientos mil habitantes.
El río Grijalba rebasó la carretera que servía como muro de contención de cuatro metros de altura. El 70 por ciento del estado está bajo el agua. Este estado sureño está cruzado por más de 40 ríos. La capital del estado, Villahermosa, propiamente está en un agujero, pues se encuentra a un nivel más bajo que los torrentes acuosos.
Desde hace dos años se veía venir una contingencia como ésta, pero las autoridades federales prestaron oídos sordos a esta situación. Prometieron actuar pero no lo hicieron.
A través de los medios de comunicación se pueden apreciar los rostros de angustia y dolor de quienes perdieron todo a causa de estos casos fortuitos. El campo está devastado.
Si bien es cierta la importancia de que todos los mexicanos pongan cartas en el asunto y desde cualquier punto de la nación se tienda la mano a los compatriotas sureños, también es importante resaltar que los lazos de ayuda deben estar encabezados por las autoridades y sus instituciones.
No obstante, el altruismo del pueblo de México ha rebasado la asistencia oficial. Los gobiernos de cada entidad del país y la Federación responden con lentitud al llamado de auxilio de los tabasqueños.
Ante ello, se desconoce si algunos centros de acopio están autorizados para realizar colectas y si realmente cuentan con los mecanismos para transportar la ayuda a los refugiados.
Probablemente, tanto el CBTis-59 como el Colegio “Leonard Eulerd” hacen cuanto está a su alcance para consolidarse con el pueblo de Tabasco y Chiapas, pero quizá no de la manera como los padres de familia quisieran. Ambas instituciones gozan de un amplio prestigio académico, por lo que resulta sorprendente que hoy una docena de padres de familia opinen lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario