EMILIANO ZAPATA, Hgo.- (Enero 15, 2009) El alcalde de Emiliano Zapata, Bulmaro Torres Rosales, mandó a casa al personal, ordenó echar llave a los edificios municipales y suspender los servicios y operaciones al público, en tanto el Congreso de Hidalgo no resuelva el destino administrativo de este municipio.
Desde ayer, los inmuebles municipales permanecerán cerrados indefinidamente. “Se comunica al pueblo en general que por motivo de la entrega-recepción y por órdenes de autoridades estatales, no hay servicio hasta nuevo aviso”, reza un documento fijado en las puertas.
Así lo ordenó el edil perredista. Una vez rendido su último informe de actividades, daba por concluido su mandato, argumentó. Al mediodía fue que abandonó el recinto edilicio y no en los términos constitucionales, hasta el 15 de enero.
Y “no habrá ningún acto solemne” para la transmisión de poderes, acotó Bulmaro Torres. Pero tampoco vigilancia policial, recaudaciones fiscales, limpia y mantenimiento urbano, emisión de documentos, ejecución de obras y demás servicios administrativos.
Tampoco se pagarán a tiempo las percepciones de los trabajadores de esta quincena. “No hay dinero. El gobierno del estado me dejó morir sólo”, adujo el munícipe por la tarde, antes de acudir al Auditorio Municipal, donde dio cuenta de lo hecho en 2008. Si acaso, hubo 150 personas.
A no ser de los aplausos de su esposa e hijos y la participación del diputado federal, Miguel Ángel Peña Sánchez, es que salió al paso el alcalde de aquel silencio lúgubre.
Nadie contestó el informe. Eso incitó al congresista a ocupar la palestra, lo cual aprovechó para lanzar una salva de reproches contra el gobernador Miguel Ángel Osorio Chong. “Fueron mis gestiones con el gobierno federal como se logró impulsar el desarrollo en Emiliano Zapata, a pesar de los obstáculos del gobierno estatal”.
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